¿Qué consecuencias tiene comer rápido?
Cuando era joven masticaba muy rápido casi que ni probaba la comida yo diría. Pero ahora veo que esa costumbre es un daño innecesario muy común, pero fácil de cambiar si se pone atención.
Masticaba muy rápido casi ni probaba la comida yo diría. Comía rápido porque tenía que salir apurada a la escuela. Comía rápido porque tenía que hacer la tarea. Y aunque estuviera en modo descanso comía rápido porque ya se había hecho una costumbre (en mi casa nadie come despacio).
En el acelerado mundo moderno, donde cada minuto cuenta y las responsabilidades se acumulan, es fácil pasar por alto un hábito simple pero crucial: masticar bien la comida. Aunque puede parecer una tarea mundana, este acto aparentemente rutinario puede desencadenar una serie de consecuencias y beneficios sorprendentes en tu vida diaria.
En esta era de multitareas, permíteme guiarte a través de los intrigantes secretos de masticar bien y cómo obterner una vida más saludable.
Las Consecuencias de Ignorar la Masticación:
- Digestión lenta: La prisa para engullir alimentos puede poner una carga adicional en tu sistema digestivo, dificultando la descomposición adecuada de nutrientes esenciales. Esto puede llevar a malestares estomacales y una absorción ineficiente de nutrientes clave.
- Comes demasiado: Masticar rápido a menudo lleva a una desconexión entre el estómago y el cerebro, lo que resulta en una mayor ingesta de calorías antes de que el cuerpo tenga tiempo para registrar la saciedad. Esta falta de conciencia puede contribuir al aumento de peso no deseado.
- Salud Oral Descuidada: Una masticación apresurada puede afectar negativamente la salud bucal, ya que no se da el tiempo suficiente para la saliva para neutralizar los ácidos y mantener un equilibrio saludable en la boca.
Los Beneficios Ocultos de Masticar Bien:
- Digestión Eficiente: Al masticar más lentamente y de manera más completa, facilitas la acción de las enzimas digestivas y permites que el cuerpo absorba los nutrientes de manera más efectiva. Esto puede traducirse en una mayor energía y vitalidad en tu día a día.
- Control del Peso: Al comer despacio, es más probable que te sientas satisfecho con porciones más pequeñas, lo que puede contribuir a un control de peso más exitoso. Masticar bien también te da tiempo para saborear y disfrutar cada bocado, evitando antojos impulsivos.
- Salud Mental y Concentración: Practicar la masticación consciente puede ser un ejercicio de atención plena. Al centrarte en el acto de comer, puedes reducir el estrés y mejorar tu concentración, lo que te ayudará a enfrentar desafíos profesionales con mayor claridad y enfoque.
- Bienestar Oral: Una masticación adecuada estimula la producción de saliva, que no solo ayuda a la digestión, sino que también contribuye a la salud de tus dientes y encías al neutralizar ácidos y prevenir caries.
Cómo masticar
Algunos estudios han demostrado que las personas con exceso de peso mastican menos y durante tiempos más cortos que las personas con un peso normal.
Pero una de las particularidades del acto de masticar es que este se realiza, en la mayoría de los casos, de forma inconsciente.
Tampoco hay una manera concreta de masticar, ya que factores como el tipo de comida y la condición de los dientes pueden afectar la forma en la que descomponemos lo que comemos.
Si necesitas contar trata de que sea de 20 a 30 masticadas por bocado para que te acostumbres a hacerlo. Después iras adaptándolo según el tipo de comida. No es lo mismo un pedazo de carne que uno de sandia.
Pero sí existen algunas pautas para asegurar que la comida está a punto para tragar:
- Comer sin prisa, en un entorno tranquilo, de forma consciente. Si estamos estresados, nuestro sistema digestivo lo percibe y esto puede provocar problemas digestivos. Si estamos tranquilos durante la comida, seremos más conscientes de cuándo estamos saciados.
- Masticar despacio, sin prisas, sobre todo en el caso de alimentos como un bistec, que requieren más tiempo para hacerlos pequeños.
- No sobrecargar el tenedor o la cuchara y cortar la comida en trozos pequeños que podamos masticar de forma cómoda. Esto nos ayudará a tragarla y a que el estómago la digiera mejor.
Los expertos han llegado a confirmar que masticar hasta que no quedan grumos aumenta la cantidad de calorías que el cuerpo quema durante la digestión: unas 10 calorías adicionales por una comida de 300 calorías (comer rápido, en cambio, apenas quema calorías).
Lo más adecuado es masticar la comida hasta que sea lo suficientemente pequeña y esté disuelta para tragar con facilidad.
En resumen, la masticación adecuada va más allá de ser un simple acto de comer; es una herramienta poderosa que puede influir en tu salud, bienestar y éxito como joven profesional educado.
Al incorporar conscientemente la masticación en tu rutina diaria, puedes cosechar una serie de beneficios sorprendentes que te llevarán a un estado óptimo en todos los aspectos de tu vida.
Entonces, la próxima vez que te sientes a comer, tómate un momento para saborear cada bocado, ¡tu cuerpo y mente te lo agradecerán!